50% uva blanca y 50% uva tinta, elaborado como tinto. 1010 botellas.
Viene de un viñedo muy especial ubicado en Langa (Soria) a 900 m de altitud. Esta es una de las viñas que más nos ha impactado, de unos 150 años de edad, plantada en pie franco, sin injertar, con 50% de variedade blancas y 50% de variedades tintas, tempranillo, garnacha, bobal, albillo, viura, malvasia, pirules, etc. Lo más impactante es el suelo, son como piedrecitas, cascajo, cantos muy pequeños, y no hay tierra hasta unos 30 cm de profundidad, lo que hace pensar que para plantar tuvieron que hacer un agujero, quitar las piedras, plantar y volver a rellenar.
Ya habíamos elaborado esta viña por separado las variedades blancas y las tintas, y en el año 2020 decidimos vinificar todo junto como si fuera un tinto. De esta forma especial nació este vino para mantener el concepto de como está plantada esta viña, 50% blanco y 50% tinta.
La estructura y potencia del tinto se une con la frescura, floralidad, elegancia y delicadeza del blanco, el resultado es brutal. Hicimos maloláctica larga en 5 barricas con batonage durante 7 meses. Barricas de alta gama: Richelie, Canton Gran Cru, Ameline, Adour, mayoría de roble francés. Tostado alto para que la madera envolviera al vino que tiene mucha uva blanca, pero no queremos impacto de barrica, queremos textura y aroma. Después a depósito durante un año y a embotellar.
Es un vino muy diferente, que une la potencia y estructura de un tinto con la frescura de un blanco. Cuando se prueba sorprende, nadie sabe que es Ribera. Pero además es parte de nuestra filosofía de escuchar las viñas viejas, en particular esta viña y a este viticultor que decidió plantar de esta forma, en este terreno tan especial y tan poco común.