Hoy queremos compartir con vosotros cómo ha sido la vendimia de 2020, la tercera vendimia en la nueva bodega.
A la espera de la evolución de las malolácticas, todo nos hace ver que estamos ante la mejor cosecha de la historia de este proyecto, que comenzó con nuestra primera vendimia en 2009.
La vendimia ha sido larga y con su adecuada dosis de complicaciones, como no podía ser de otra forma en este terrible 2020.
El Covid19 y las lluvias han marcado esta vendimia. En nuestra bodega Territorio Luthier comenzó el 15 de septiembre con la entrada de los primeros racimos de uva blanca y acabó el 18 de octubre con los últimos de uva tinta, con largas paradas entre medias debido a las lluvias. Algo más de un mes metiendo uva, más los días de antes de preparación y los de después de elaboración. En total dos meses muy intensos pero muy satisfactorios. 122.800 kg de uva en total que nos darán unas 100.000 botellas para recordar.
Una cosecha en la que la calidad y cantidad han ido de la mano, con un vino que intuimos excelente. El tiempo tardado en meter toda la uva también viene marcado porque en nuestra bodega el 100% de la vendimia se realiza de forma manual y en cajas de 10 kg. Además, todas las uvas pasan por una mesa de selección que es el corazón de la vendimia. Es un esfuerzo y un coste importante, pero es también nuestra apuesta para conseguir la más alta calidad en nuestros vinos.
Este año hemos apostado mucho por el blanco, sobre todo Albillo y Pirulés, de viñedos viejos y parcelas muy pequeñas. Las experiencias de elaboración en añadas anteriores, el hecho de que el Consejo Regulador Ribera del Duero haya aprobado el año pasado los blancos (y haya seleccionado los nuestros para su presentación oficial) y haber encontrado viñedos increíbles, nos han animado a elaborar unos 23.000 kg de uva blanca, que dedicaremos a crianzas y reservas. Nos gustan los blancos de guarda.
También hemos aumentado la producción de nuestro clarete. Vendimiamos las viñas sin separar variedades blancas y tintas, hacemos prensados directos y lo fermentamos con sus propias levaduras, como se hacía antes. Si nuestros abuelos lo hacían así, sus razones tendrían. Nosotros hacemos un clarete tradicional, de los de antes, conservando la acidez de los típicos claretes de Ribera.
Todas las prensas se hacen con una pequeña prensa vertical. El esfuerzo y el tiempo invertidos en esta operación al final compensan. Estamos seguros de que la calidad está en detalles como este.
Y este año continuamos con nuestros espumosos ancestrales. Es el tercer año que los elaboramos y cada vez nos salen mejor. Nos hemos dado 5 años para experimentar y creemos que vamos por muy buen camino. Por ahora solo se pueden probar en Territorio Luthier. Estáis invitados a hacer con nosotros el deguelle à la volée!
Seguimos incorporando viñedos viejos y diferentes tipos de suelos, apostando por la viña vieja y la Garnacha para mezclar con el tempranillo. De hecho nos gusta tanto esta variedad que nuestros enólogos Fernando Ortiz y Chus Madrazo ya están pensando en un monovarietal de Garnacha.
Gran parte de nuestros viticultores son ecológicos o biodinámicos y los demás tienen una clara apuesta por la agricultura sostenible. Y pronto podremos vendimiar también el viñedo de variedades minoritarias que acabamos de plantar al lado de la bodega con la campaña #PontuNombreaUnaCepa.
En Territorio Luthier tenemos la sostenibilidad como uno de los pilares de nuestra filosofía. Por eso, todo el agua que usamos sale de nuestro pozo y se recicla para regadío, usamos el raspón para compost y refrigeramos con el agua del pozo, manteniendo la temperatura de la bodega siempre de forma natural.
La fermentación un año más se desarrolló sin problemas, cada depósito a su ritmo puesto que no inoculamos levaduras ni bacterias, todo natural directamente de la viña. Fernando y Chus son como Luthiers del vino, trabajan la uva con mucha dedicación con medios naturales para hacer vinos limpios y elegantes y controlando minuciosamente cada paso para que cada vino dé lo mejor de sí.
Después…, remontados, delestages, trasiegos, descubes, prensados; mimando y cuidando nuestro vino en nuestros depósitos de hormigón, que por cierto son magníficos. El día 4 de noviembre estaba todo descubado, listo para la maloláctica tanto en los depósitos como en barricas. Un pequeño porcentaje, 10% aproximadamente hará la maloláctica en barrica nueva.
Los tintos del 2020 son alucinantes, tenemos una acidez y unos pH inusuales, los pHs más bajos de nuestra historia, que nos asegurarán vinos frescos y largos, con gran capacidad de guarda y además con mucha estructura y color. El 2020 será una gran añada, al menos en lo que a vino se refiere. Todos los depósitos tienen una calidad más alta de la esperada y estamos considerando aumentar nuestra producción de Reservas y Gran Reserva a costa del Crianza.
Al final del día, cuando damos la última vuelta por la bodega antes de cerrar por la noche y probamos el último vino, nos damos cuenta de que todo el esfuerzo ha merecido la pena y sentimos la satisfacción por el trabajo bien hecho.
Como tenemos restricciones Covid y no podemos juntarnos más de 6 personas, dejamos la fiesta de fin de vendimia para otro día que esperemos sea pronto. ¡OS AVISAREMOS!
Mientras tanto recordad que podéis seguir disfrutando con nuestros vinos desde vuestras casas comprando directamente en nuestra Tienda Online o formando parte de nuestro Club Luthier para ventas privadas con descuentos y acceso a ediciones limitadas de vinos.
Territorio Luthier ya no huele a vendimia, ni está llena de gente con mascarilla, ya no comemos todos los días en la terraza, ni cenamos pizza después de acabar el último remontado y limpiar la mesa de selección. La bodega está limpia, con todo recogido, y tranquila, como debe ser para que el vino continúe su envejecimiento en paz y sin prisa.
¿Lo peor de esta añada? ¡Está claro! Toda la gente que no ha podido venir a vernos como otros años… Os hemos echado mucho de menos pero nos ha llegado vuestro apoyo. Nosotros hemos vuelto a poner en esta vendimia toda nuestra pasión.
Mucho por hacer todavía con esta cosecha 2020 pero eso es otra historia que merece ser contada en otra ocasión…
Un abrazo y ¡Hasta pronto!