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Promotores del proyecto

• Banner con los logos Bodega 3 Ases – ITACYL – Territorio Luthier

Descripción del Proyecto

Empezamos a elaborar vino en 2008 y en 2018 inauguramos nuestra bodega en Aranda de Duero. Tener nuestras propias instalaciones nos ha permitido hacer el proceso cada vez más sostenible y los vinos cada vez más naturales y  a la vez más elegantes y equilibrados. Hemos buscado la armonía y la finura en los vinos sin perder la conexión con la tierra y la naturaleza. En estos años hemos estado buscando y experimentando para conseguir mejores vinos, que representen más fielmente la identidad de nuestra tierra y la tradición de vinos de guarda, que tienen capacidad de envejecer. Y aunque todavía tenemos mucho camino por delante, son muchas las satisfacciones que nuestros vinos nos han dado, como haber sido elegidos para sus cartas por los más prestigiosos restaurantes de nuestro país, como por ejemplo los tres restaurantes con tres estrellas Michelin de San Sebastian o que nuestro blanco albillo 2018 haya recorrido ya varios eventos de la mano del Consejo Regulador, como uno de los representantes de los blancos de Ribera del Duero, sin ni siquiera haber salido todavía al mercado.

Nuestra bodega también nos ha permitido compartir nuestra pasión con todas las personas que han venido a visitarnos. Territorio Luthier está siempre abierta para compartir un buen vino con vosotros, y acompañarlo de comida, de música o de arte.

Ahora queremos dar un importante paso más en nuestra trayectoria, el paso de plantar nuestro primer viñedo biodinámico propio al lado de la bodega. Para ello llevamos un tiempo trabajando en un proyecto ambicioso pero muy bonito que tiene un objetivo muy particular: recuperar variedades autóctonas. Desde nuestros principios de sostenibilidad y autenticidad, hemos decidido plantar nuestro primer viñedo, no con variedades comunes, si no con variedades minoritarias de Castilla y León. Son variedades de uva en peligro de extinción porque quedan muy pocas vides y prácticamente no se usan. Uvas como Tinto Jeromo, Gajoarroba, Rabigato y Mandón que han existido desde siempre pero que se abandonó su cultivo hace años por la baja productividad.  Ahora  su supervivencia depende de que sean rentables, comerciales, y solo experimentando con ellas en una bodega de producción se puede demostrar esto. Creemos firmemente que en estos tiempos, donde se prima la calidad y la diferenciación, serán un éxito entre todos los que amamos profundamente el vino.

Llevamos ¿??? años trabajando en este proyecto, junto con el ITACYL y los amigos de la bodega 3 Ases, sobre todo investigando acerca de las variedades y estamos a punto de poder materializar todo lo que hemos aprendido en este tipo. En esta extraña privamera de 2020 íbamos a plantar 2000 cepas que cuidaremos y utilizaremos en la elaboración de vinos muy singulares que nos ayudarán a recuperar la historia de la viticultura y enología en nuestra región. Tenemos las plantas encargadas y la tierra preparada, pero debido a la situación actual, y la paralización de actividad que estamos viviendo por la pandemia del CoVid-19, la liquidez que íbamos a invertir en el proyecto es necesaria para mantener nuestra actividad. Desde hace más de un mes nuestras ventas de vino han bajado sustancialmente y no contamos con los ingresos de las visitas a nuestra bodega, además los préstamos del gobierno están tardando y tenemos que pagar las plantas y los trabajos.

Desde que esta situación ha comenzado llevamos dando vueltas a cómo podemos conseguir dicha liquidez para no perder un año completo, poder empezar ya esta aventura en la que tanta ilusión hemos depositado y no tener que devolver las plantas al vivero. Por esto lanzamos esta campaña MiVid20 donde queremos dar la oportunidad a todos los amigos de Territorio Luthier y a todos aquellos que creéis firmemente en la sostenibilidad medioambiental y de los pequeños proyectos como el nuestro, de colaborar con esta interesante iniciativa a la vez que nos ayudáis.

No pedimos dinero, sólo que compréis nuestro vino ahora para conseguir dicha liquidez y a cambio tendréis MiVid en adopción. Pondremos a una cepa vuestro nombre y en unos años podréis disfrutar del vino de vuestra cepa. Mientras tanto, os mantendremos informados de cómo va el viñedo, os mandaremos fotos y un certificando con vuestro nombre y además podéis venir a la bodega a verla y cuidarla. De esta forma, seréis parte de Territorio Luthier mientras contribuís al proyecto de salvar estas variedades autóctonas y a mantener la biodiversidad.

Y el viñedo estará ahí, toda la vida, será un símbolo de un mal año que ha sacado lo mejor de nuestra gente, la solidaridad. La vid es la planta que se solía poner en las zonas más pobres porque lo aguantaba todo, y cuanto más sufre mejor uva produce. Por eso simboliza la capacidad de adaptación que tenemos, y cómo se puede sacar algo bueno de cualquier situación, aunque sea muy mala. Cada cepa con vuestro nombre nos recordará siempre las oportunidades que surgen de las situaciones más difíciles y estaremos siempre agradecimos por haber colaborado con el rescate de estas variedades autóctonas.

EXPLICACIÓN PARA LAS VARIEDADES

Las variedades que hemos elegido son variedades minoritarias de Castilla León. Estas variedades han desaparecido prácticamente y la idea es recuperarlas para hacer vinos autóctonos que podrán aportar diferenciación y tipicidad. Mirar al pasado para aprender para el futuro. No olvidar la historia

La recuperación de variedades minoritarias se está haciendo en colaboración con el Instituto Técnico Agrario de la Junta de Castilla y León y la bodega 3 Ases de Ribera del Duero. Tiene como fines aspectos científicos, técnicos, legislativos y comerciales.

Las variedades minoritarias son aquellas de las que quedan muy pocos individuos distribuidos en pequeños viñedos y que son difíciles de localizar y de identificar. Estas variedades se encuentran en peligro de extinción, y el proyecto tiene como objetivo estudiar su adaptabilidad en la zona de la Ribera del Duero y su uso para elaborar vino comercial que pueda ser amparado por una denominación de origen de calidad.

Las variedades que han sido escogidas son todas de la zona de Arribes del Duero que es donde más variedades minoritarias quedan:

• Tinto Jeromo. Se ha definido como el “nuevo tesoro” de Arribes por sus propiedades organolépticas y otras características que la hacen idónea para vinos monovarietales. A este respecto destacó su madurez tardía, su alta productividad, su rusticidad y la posibilidad de envejecimiento, de acidez elevada y que tiene como resultado vinos muy frescos.
• Gajoarroba. Brotación y maduración tardía. Bastante productiva. Aromas complejos, rústica, lo que la hace interesante.
• Rabigato-Puesta en cruz. Variedad de uva blanca, racimo alargado y cónico. Acidez intensa, aromas frutales, y posibilidad de envejecimiento. Variedad bastante productiva y muy interesante.
• Mandon-Forcada. Madurez tardía, complejidad aromática, muy productiva, posibilidad de ensamblaje con otras variedades. Racimo mediano-grande.