Blanco con sulfitos super bajos envejecido durante dos años en barrica. 340 botellas
La uva para este vino proviene de viñedos de Zazuar, a 950m de altitud, de unos 150 años, plantado en pie franco sin injertar, con mezcla de variedades: albillo, viura, pirules, malvasia. De un terreno que nos dejo loquísimos cuando lo descubrimos, muy muy blanco, suelo franco arenoso, con arena debajo de cal. Tiene la estructura y concetracion de la arena, que es lo mejor para blancos y la mineralidad y terrosidad de la cal. Para nosotros, el mejor viñedo que podemos encontrar en Ribera para blancos.
Vendimiamos la viña, pasamos por mesa de selección, fermentamos por separado en acero inoxidable y cuando acaba la fermentación se pasa a barrica para hacer maloláctica muy larga, casi un año y sin sulfuroso, Cuando acaba la maloláctica, se vuelve a trasegar sin sulfuroso, y se mantiene durante otro año. En total dos años en sólo dos barricas de roble húngaro, nuevas, con muy poco sulfitos y un solo trasiego.
El perfil es muy particular, tiene toda la gama de sensaciones minerales, terrosas. Le sale fósforo, piedra de mechero, es como un vino de isla, como Tenerife, con carácter volcánico, pero elaborado en Ribera del Duero.
A los sumilleres les encanta, porque es super agradable en boca pero con una mineralidad y concentración brutal. Probablemente el mejor blanco que hemos hecho, o por ahí anda.
Cuando acabó la fermentación, el vino era tan minearal y cerrado que no sabíamos que hacer con el, así que decidimos dejarlo en barrica, a ver que pasaba. El resultado es que la mineralidad, concentración y el fósforo se han convertido en una complejidad total, los tonos de fruta, mezclados con la terrosidad, y fosforo, son una auténtica una pasada.
Es reserva de Ribera del Duero.